Habrá que hacer un análisis profundo respecto a los comentarios de nuestro señor presidente sobre al tema marítimo. Sin embargo el mismo es desde ya un tema que ha causado conmoción en nuestro medio, lo lamentable del caso es que este hecho cruza por las cabezas de los bolivianos solamente cada marzo de año.
Tal vez por las gestiones de esta última época o por las características de la comunicación actual, también este tema está siendo analizado durante más tiempo y lo raro de la situación es que aun así y después de 132 años y unos días seguimos sin mar. Pero es también algo extraño que aun sigamos recordando hoy en día, que seguimos sin mar y aun no hayamos avanzado nada. Pues es claro, se hablo de una agenda de trece puntos, por cuyo punto marítimo, los bolivianos aun nos encontrábamos esperanzados de salir finalmente hasta una costa, con playa y que nos enorgullezca aún el famoso “recuperemos nuestro mar, para jugar en carnaval”. Pero lo real es que aun tendremos que seguir jugando con agua de lluvia pues la salida al mar se complica cada vez más y es lógico, pues como también ocurre en las mejores familias, nuestro hermano país no es tan hermano de hacernos una donación orgánica, estructural y territorial para que nosotros nos sintamos mejor. Pero creo también que nuestro hermano país es consciente de que su donación no servirá más que para que nosotros hermanos pobres nada más “juguemos en carnaval”. Y es así, no tenemos la capacidad de manejar ni siquiera nuestro pedazo de tierra o territorio y aun así queremos tener lo que hace años atrás perdimos por la misma razón, así que el problema es desde hace mucho antes, incluso desde que nosotros los plurinacionales no supimos tomar una decisión patriótica.
Hay algo aun más extraño, pues cuando se toma una determinación cabal respecto a la recuperación de mar pacíficamente, sin embargo frente a un tribunal, muchos bolivianos se asustan, por las declaraciones fuertes del presidente y sus compatriotas del hermano país, pues ellos ya no quieren saber nada de la agenda de los trece puntos y menos de una negociación ni nada por el estilo. Sin embargo, haciendo un análisis de esta situación, nos damos cuenta que Chile, nunca planteo, ni quiso, ni pensó hacer algo para que Bolivia tenga salida al mar, y es lógico, pues si eso pasara, si Chile diera paso soberano a Bolivia hacia el mar, todos ellos traicionarían la lucha de sus compatriotas hace 132 años.
Entonces, tomando estos datos en cuenta, la única salida pacífica que Bolivia tenía, era recurrir a una instancia internacional bajo la premisa de que todos los países tienen derecho a tener una salida soberna al mar. Sin embargo, nos olvidamos que hace mas de 100 años también el hermano país nos dio unas cuantas libras esterlinas como el pago por los perjuicios de la guerra, que finalmente deben entenderse como una compra – venta de territorio. Ahora la pregunta es “¿quién podrá ayudarnos?”, de seguro el héroe de la televisión cuya frase hago alusión, no podrá hacerlo, pero tal vez su color represente que para tener una salida deberemos ser antes que nada patriotas, fuertes económica y territorialmente, estables socialmente y pues también representar una amenaza para el “hermano país”. Pero cuando tengamos todo esto, de seguro no necesitaremos mar, pues simplemente iremos a visitar una playa hermosa de otro país y de hecho ellos vendrán a visitar nuestras inmensas maravillas.